A continuación transcribo parte de un Mensaje de los Guías, documento obsequiado por Misión Rahma, en el que Los Maestros de la Luz nos explican lo que representa el Karma de una manera muy sencilla.
Independientemente de que unos estén de acuerdo o no con la existencia del Karma, no podemos negar el continuo aprendizaje que representa cada una de las etapas de nuestra vida, la recurrencia en algunas situaciones que nos desagradan o simplemente representan tropezones con la pared hasta que entendemos.
Qué representa nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros de escuela o de trabajo?
De antemano, Gracias por sus comentarios.
Pregunta: ¿Podrían hablarnos del karma?
Aquello que se llama karma en la tierra no es otra cosa que el proceso de aprendizaje o currículo por la cual están sujetos a un destino. Volviendo a los ejemplos basados en su proceso cotidiano, imagínense un alumno de la universidad. Durante el presente periodo debe llevar determinados cursos y para estudiarlos y aprenderlos tiene un semestre. Todo eso constituye simbólicamente hablando: el destino de la presente encarnación. Pero como ustedes saben, a pesar de que sus procesos pretenden ser ordenadamente fijos, es fácil observar que no siempre se cumplen los plazos establecidos y que las variaciones pueden deberse a muchas circunstancias a veces generadas por el individuo y a veces no, pudiendo terminar antes o después.
La aprobación o no de cada materia constituye el KARMA. Lo no aprobado habrá que repetirse hasta superarlo; mientras que lo ya aprendido lo encamina a uno hacia materias más complejas y profundas. De ninguna manera karma significa castigo, sino que por el contrario son las necesarias oportunidades para crecer en conciencia.
Quienes se encargan de aplicar el karma son los SEÑORES DEL KARMA o GUARDIANES DEL DESTINO, con quienes propiamente se negocia lo que va a ser cada encarnación.
Todo cuando se le asigna al individuo o se permite que le ocurra, está dispuesto para ayudarlo en su superación. Precisamente dependiendo de cómo enfrente la vida y las dificultades, o cómo haga uso de las facilidades que se le presenten dependerá su avance y crecimiento espiritual.
Pregunta: ¿Entonces no hay castigo? ¿Nada de lo que nos ocurre pasa porque nos lo merecemos?
Todo en la vida es dual, y depende cómo uno lo enfrente. Lo que para una persona pueden ser grandes trabas y limitaciones para otro puede ser un reto o una gran oportunidad para desarrollar sus capacidades. Todo depende de la actitud con la que enfrenten la vida.
Si bien es cierto que todo depende de la actitud frente a las cosas, no podemos negar algo que es un hecho en el universo y es la existencia de leyes universales, y entre ellas está la ley de Causa y Efecto, que nos enseña que por cada acto, palabra o pensamiento positivo o negativo generaremos una reacción alrededor de nosotros, que en su momento se manifestará como consecuencia. Esto es lo mismo que decir: “uno cosecha lo que siembra, tanto en ésta como en las demás existencias”… Por eso en vuestras escrituras sagradas se dice: “Haz con otros cómo quisieras que hicieran contigo, y no hagas con otros lo que no quieras que hagan contigo”.
Pregunta: ¿Cómo es que el karma nos une con las demás personas?
Volviendo a la analogía de la escuela, hay ocasiones que en determinado curso coinciden en el mismo salón de clases con determinados alumnos como compañeros o compañeras, y con tal o cual profesor. Eso no es producto de la casualidad. Se puede explicar de muchas formas, como por ejemplo: que ingresaron en la misma época a esa casa de estudios; o que comparten afinidad de intereses; o que están siguiendo la misma carrera para realizar lo mismo en la vida, etcétera.
Así como les dijimos que el karma deben entenderlo como un proceso de aprendizaje, así también la enseñanza les dice que no existe posibilidad de crecer internamente sino es a través de los demás.
Cada persona a vuestro alrededor, tanto más cercana o más lejana es como un maestro para vosotros, tanto de lo bueno como de lo malo. Debéis estar atentos para extraer la mejor enseñanza de vuestras relaciones humanas.
Estén abiertos a aprender de todo y de todos, pero sin que esto signifique darles oportunidad a los demás como para que les hagan daño. Vuestros parientes no están a vuestro alrededor para perjudicarlos o para hacerles la vida imposible sino para fortalecerlos y, a la vez, para crecer juntos; superándose cada día. Nadie está a vuestro lado para estorbarlos sino para que aprendan a amar mutuamente.
Cuanto más traten de huir de ciertas responsabilidades más veces volverán a ellas. Nada ha sido dejado al azar, por algo están donde están; en el lugar y con las personas con las que conviven. Traten de aprovechar esa oportunidad descubriendo el porqué y haciendo lo que se espera de vosotros. Porque nada es para siempre, y cada situación es una oportunidad de crecimiento que no debe ser desaprovechada.
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